Regreso al tren de los asesinatos
En el que hablamos de cómo los trenes nocturnos son una idea fenomenal. Sólo hace falta que funcionen. También hacemos repaso de la primera semana de Ouigo en España.
Ya escribí por aquí sobre los trenes nocturnos, esos lugares mágicos en los que Agatha Christie mataba señoros a dos manos. Pero la conversación se ha reactivado en el twitter ferroviario después de que Bloomberg lanzase un tema batiburrillo sobre el particular. Aunque claro, ¿quién soy yo para criticar a la gente que va mezclando cosas sin sentido aparente? El tema también ha crecido en interés porque FlixTrain ha lanzado mucha oferta nueva en Alemania e incluye nocturnos Hamburgo-Berlín-Munich. El mismo grupo hablaba hace poco de su interés por un Niza-París.
¿Qué diferencia hay con aquellos lejanos tiempos (hace cuatro años) en los que los operadores básicamente no parecían tener más alternativa que sacarlos de circulación? En el enlace anterior se recogen mucho de los problemas para sobrevivir de este modo de transporte: La competencia del viaje aéreo, unos servicios de alta velocidad que hacen parecer obsoletos los trenes nocturnos y la fiebre por tener vehículos en propiedad. Estos elementos han jugado en contra de un sistema que ayudó a cohesionar Europa desde el siglo XIX.
Lo curioso es que, aunque parezca mentira, en esos cuatro años sí que han cambiado las condiciones de contorno. Las resistencias al transporte aéreo debido a las emisiones se han disparado. Nunca olvidaré una reunión en la que estábamos muchos de los responsables de Comunicación de las aerolíneas de IATA, en Ginebra, y en la que nos preguntaron cuál era el mayor problema que veíamos para el futuro. Nosotros, que no nos imaginábamos el advenimiento de la COVID-19, dijimos todos a una: la preocupación medioambiental. La Fuerza es muy poderosa en Greta. Y en cuanto termine la pandemia volveremos a ese debate.
Por mi parte, tengo clara la necesidad de muchas de las conexiones aéreas de media distancia, y nadie me va a convencer de lo contrario con facilidad. Pero está claro que la UE y algunos países, como Francia, están yendo a por la yugular del sector aéreo. Personalmente diría que aún se pueden tomar decisiones acertadas, pero creo que pasan más por hacer atractivo lo ferroviario, con procesos como la liberalización, que por prohibir cosas.
Por otro lado, decimos a menudo que los jóvenes cada vez están menos interesados en tener coches en propiedad. Y las cifras del carné de conducir tampoco son muy halagüeñas (aunque son números absolutos y requieren más análisis). Los sistemas de vehículos compartidos resuelven muchas cosas a escala urbana, e interurbana si pensamos en Blablacar. Pero si haces más atractivo el tren a los jóvenes, especialmente desde el lado de los precios, puede que todo salga bien.
Sobre el tercer punto, el hecho de que la alta velocidad ha hecho que el tren nocturno parezca obsoleto, creo que tiene que ver más con la experiencia que con la velocidad. Es verdad que un Madrid-París son dos horas, pero sólo vas de Madrid a París. Una de las ventajas del tren es que te da margen para parar, para interactuar con los lugares. No son viajes punto a punto, sino viajes en los que pueden pasar cosas. Cuando hice el Interrail se parecía a una aventura mucho más parecida a aquel viaje en coche por Europa con mi padre. Cuando he ido a París en avión ha sido, casi siempre, un trámite. Es curioso, pero Netflix acaba de estrenar la segunda temporada de Love, Death & Robots e introduce una historia que refleja algo de lo que intento explicar: La hierba alta, de Joe R. Lansdale. Aquí ves el tren como algo de lo que te puedes bajar, una conexión que atraviesa el territorio y no sólo lo sobrevuela o lo esquiva.
Dicho todo esto, a día de hoy sigo pensando que el empuje por el tren nocturno tiene más que ver con algo que se persigue desde Bruselas que con una demanda clara. Pero la demanda inducida existe y, si planteas la experiencia correcta, puede provocar cambios.
En eso está trabajando ÖBB con su marca Nightjet y sus ambiciosos planes de despliegue. Mentiría si dijese que la conocía hace una semana, pero gracias a la tribu ferroviaria de Twitter me voy poniendo al día. Hace un tiempo presentaron ya el diseño exterior de la nueva generación que operarán, en principio desde 2022. Y en su web tienen información de sobra relativa al diseño de las cabinas. Para que os hagáis una idea, con un Nightjet que sale de Bruselas a las 19:45 y te deja en Viena a las 9:20 tiene precios para ir en cabina por unos 110€. Llegas pronto a la reunión ahorrándote el madrugón y/o una noche de hotel.
En todo caso, las distribuciones que veo siguen siendo muy tradicionales. Y cuando pregunté a la tropa si no habría fórmulas para replicar las distribuciones de business de los aviones, que son algo a lo que estamos muy acostumbrados y tienen ventajas de sobra, las respuestas estuvieron muy claras.
He estado leyendo sobre la clase business de los G Train en China y, desde el punto de vista comercial, es a lo que me estaba refiriendo. Le pones un vanity set potente y a vivir.
¿A vosotros qué fórmula os parece más interesante para un viaje de estas características?
Por cierto, si el otro día hablé del inicio de operaciones de Ouigo, un par de apuntes sobre su primera semana:
El lunes 10 se produjo su primer viaje con pasajeros “de verdad” y con parada en Zaragoza.
Las ocupaciones empiezan a ser serias y, según Renfe, no están afectando a los servicios convencionales. En parte porque lanzó nuevos precios más económicos válidos hasta el mes de diciembre coincidiendo con el final del estado de alarma y la entrada de su competidor. Que no nos digan que la liberalización no sirvió de nada.
El martes 11 se produjo la primera avería y se apuntaron un tanto devolviendo el 200% del billete. No sé si será una práctica habitual o una estrategia puntual para asegurarse de que no afecta a su marca durante el lanzamiento, pero seguiremos atentos.
La CNMC, además, está reivindicando su participación en la liberalización, y eso es bueno. Cualquier cosa con muchos padres lo es porque está yendo bien. Nadie quiere ser visto como responsable de los fracasos. Fue divertido que Ilsa, que ni siquiera ha anunciado con qué marca operará, abrió cuenta de Twitter sólo para poder participar en el hashtag de “juego de trenes” y poner en valor sus “dragones rojos”.
Más madera
La crisis de la gasolina en EEUU ha supuesto enormes problemas en la movilidad. Y claro, hay quien se pregunta si esto favorecerá al coche eléctrico.
El PERTE de la automoción irá en junio al Consejo de Ministros. Este proyecto persigue que España sea capaz de fabricar coches eléctricos y conectados en sus plantas y en el que participan Seat, Iberdrola, Telefónica o CaixaBank.
Los rivales de Elon Musk aprovecharon para anunciar sus productos mientras el directivo hacía al ganso en Saturday Night Live. ¿El mejor sketch que protagonizó? Sin duda, Murdur Durdur. Una divertida parodia de Mare of Eastown y de las series con “blancos muy concretos”. En este caso, los de Pennsylvania.
¿Por qué los dueños de coches eléctricos pagan menos por el seguro? Una razón divertida: “es menos probable que los roben y es más fácil recuperarlos cuando los roban, debido a su autonomía limitada y el tiempo que te pasas cargándolos”.
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El pickup eléctrico F-150 de Ford ha hecho una importante demostración de fuerza…