Movilidad a la demanda, ¿una solución para no dejar a nadie atrás?
En el que nos sorprende que nadie hable más de esto, más allá de las distintas comunidades autónomas, porque parece una solución magnífica.
Esta semana ha sido interesante para mí porque he leído mucho sobre soluciones para la movilidad en zonas de baja población que son realmente innovadoras y que se están llevando a cabo con gran éxito.
El sistema que atrajo más mi atención tiene que ver con la llamada “movilidad a la demanda”, que está funcionando desde hace más de quince años en Castilla y León. Lo que empezó con un centro de llamadas y una licitación con GMV, ahora apunta a convertirse en una solución muy tecnológica que se aprovechará de algoritmos para optimizar los recursos públicos y prestar el mejor servicio posible a quienes no tienen otras alternativas de transporte. Una fórmula que aspira a fondos del Mecanismo de Recuperación y Resiliencia (MRR) y que quiere ir de la mano de tecnologías de flotas eléctricas o de hidrógeno.
Hace tres semanas se publicó que Castilla y León iba a lanzar un Bono Rural para hacer gratuito este servicio, que opera miles de rutas en más de un centenera de localidades.
La movilidad a la demanda, en inglés DRT (Demand Responsive Transport) se caracteriza por tener una prestación irregular en función de las necesidades, por las posibilidades de ser prestado tanto por operadores públicos como privados, por un enrutamiento muy flexible y por la posibilidad de ser prestado por vehículos pequeños/medianos, que van recogiendo y dejando pasajeros de acuerdo a las necesidades de los usuarios. Un servicio que no establece tanto líneas regulares como una red capaz de atender a lo que solicita realmente la población.
En Ecomovilidad escribieron del tema hace tiempo y me introdujeron a algunos conceptos interesantes, como el de los pods de Heathrow, de los que se ha hablado poco últimamente, quizá por la fiebre del vehículo autónomo. De refilón, me topé con pilotos como el de MVMANT en Ragusa (Sicilia), que no es exactamente lo mismo pero también es interesante para ciudades pequeñas.
La Movilidad a la Demanda en Castilla y León, que por ahora sólo funciona por reserva telefónica y del que tenéis por aquí un FAQ, está a punto de sufrir una importante evolución tecnológica, con la licitación de una nueva plataforma, y me gustaría que los medios se fijasen más en el sistema.
Es especialmente importante porque la Comunidad Autónoma, con una superficie de 94.224 km2 y 2,4 millones de habitantes, es una región muy extensa con una densidad de 26 habitantes por kilómetro cuadrado, frente a la media europea de 116 habitantes por kilómetro cuadrado. Es la tercera de España con menor densidad y la mayor parte de la población se concentra en las capitales de provincias, con un número enorme de entidades singulares agrupadas en municipios de pequeño tamaño: 2.248 municipios de los que sólo 262 tienen más de 1.000 habitantes y sólo 58, más de 5.000.
Su objetivo es que los vehículos que prestan los servicios públicos de transporte regular de viajeros de uso general por carretera lleguen a los pueblos más pequeños y alejados. Los vehículos se adaptan en función de las necesidades de cada ruta, pudiendo funcionar desde taxis rurales hasta autobuses convencionales de 55 plazas. ¿Y cómo les ha ido? Pues han movido cuatro millones de pasajeros desde su creación, que no está nada mal… Aquí tenéis todos los datos estadísticos. Me ha llamado la atención que el 90% de los usuarios tienen más de 50 años, la gran mayoría más de 65 y que dos terceras partes son mujeres.
¿No es una forma más sensata poner servicios a demanda y casi puerta a puerta a quienes no disponen de otras alternativas? Lo digo porque el otro día leí en un medio de comunicación que una línea ferroviaria sin apenas demanda, que habían intentado estimular desde el Gobierno autonómico de Aragón, suponía una subvención de 119 euros por trayecto y pasajero de dinero público.18,55 euros por kilómetro frente a los 1,94 de media por kilómetro que se por el servicio de autobús y la subvención de 1,38 por viajero. Y lo que me sorprende es que, más que hablar de alternativas, están pensando en a quién le toca pagar esos 119 euros.
Iniciativas a gogo
¿Hay más iniciativas de transporte a demanda en España? Bastantes, la verdad. En Teruel se ha escrito sobre esta modalidad para los barrios rurales. En Galicia también tienen una modalidad y desarrollaron una iniciativa muy interesante: combinar el transporte escolar y de pasajeros. Opción que, por cierto, ahora también se plantea Castilla y León, aunque tiene el problema de que, cuando se termina el curso, se termina el sistema.
GMV, por cierto, se vende en su web como líder de sistemas de movilidad a la demanda, con experiencia no sólo en Castilla y León, sino también en Molina de Aragón, el Consorcio Regional de Tranportes de Madrid, la Autoridad del Transporte de Szczecin (Polonia) y Medio Tejo (Portugal).
Hay otro caso curioso en esta dirección en la Sierra Norte de Madrid, con un servicio piloto de taxis subvencionados a 4€ (cada familia tiene acceso a entre 10 y 20 servicios al mes), que facilitan el acceso de los ciudadanos a servicios básicos, médicos, administrativos y comerciales y su conexión con las cabeceras de línea de los autobuses regulares del Consorcio, que están situadas en núcleos urbanos más grandes, como Lozoyuela o Buitrago de Lozoya.
Hay más casos en España, tantos como para que no salga a cuenta mencionarlos todos. Estamos viendo cosas en Andalucía, por ejemplo. En Sevilla, en líneas con poco tráfico es necesario haber reservado la plaza y acaba de ampliarse un servicio de taxi a la demanda, que se inicia en Andalucía con 38 rutas que prestarán servicio en 78 poblaciones (51 de origen de ruta y 27 de destino). La población beneficiaria supera los 112.000 habitantes, que pueden usar este sistema para ir a un hospital, a una sede administrativa, judicial o asistencial.
Durante la pandemia, además, hemos visto que líneas regulares pasaban temporalmente a ser “a demanda”, y aunque en algunos casos se ha vuelto a la normalidad, es razonable que sea sólo el primer paso para algo más.
Como usuario de sistemas de transporte a demanda durante los últimos tiempos, y ante la obvia evolución tecnológica que hemos vivido, creo que sería absurdo no plantearse seriamente si los españoles necesitamos mover autobuses a unas horas determinadas o asegurarnos de que sean las personas quienes se desplacen.
Creo que la movilidad a demanda, que puede contar con alianzas público-privadas y fomentar la importancia de modos como el taxi rural, puede ser una solución complementaria a tener en cuenta. En realidad, ya lo es.
Más madera
Ojo a este precioso reportaje sobre el Túnel de la Engaña. Realmente bonito. Ahora quiero conocer esa zona.
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Zeleros ha desvelado su vehículo para Hyperloop. Casualmente, y sin que tenga nada que ver, quiero leerme la nueva novela de Joe Abercrombie, Un poco de odio. Fantasía de la buena.
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Coincido, aunque sólo en parte, con Guillermo Campoamor: "Las aplicaciones de movilidad acabarán con el coche en propiedad". Creo en el predicado más que en el sujeto. Creo que lo que será definitivo serán también las fórmulas de leasing.