Metadona para Twitter: Así somos los usuarios de Bluesky
En el que hacemos sociología patana y escondemos consejos prácticos en una pieza con formato de chiste de El Jueves.
Los medios de comunicación están comentando ya en masa el crecimiento brutal de Bluesky. Con más de 29 millones de usuarios en el momento de escribir estas líneas, toca analizar qué tipo de personas estamos en la nueva red social de moda y cómo nos comportamos cuando la visitamos. Así, desde que empezó a dispararse el número de usuarios y tomé la decisión de tener una presencia más activa en la plataforma, he venido analizándonos y éstas son algunas de las categorías que he descubierto en la nueva red social de moda.
Estos somos los usuarios de Bluesky:
Los que hacemos la simpática presentación de cuando nos obligan a presentarnos en un workshop en el trabajo: "Hola, me llamo Mauro y vengo a aprender mucho de todos vosotros"
Los que tenemos seis posts justitos por aquí pero reservamos el dominio al principio, cuando todavía era por invitación. Pero, eso sí, saludamos a la gente como si fuésemos los fundadores.
Los que escribimos artículos sobre Bluesky para colar nuestro nombre de usuario (@uriondo.es) y convertirnos en los nuevos amos del cotarro. Los que somos lo bastante viejos como para utilizar la palabra cotarro.
Los que hacemos justo lo mismo que veníamos haciendo en Twitter, sin cambios aparentes, como quien cambia de tintorería.
Los que publicamos todo en todos sitios de forma sistemática y cuasi fanática, usando en algunos casos Fedica u otras aplicaciones similares.
Los que nos hemos puesto muy estupendos en Twitter, por las cosas nazis o por mero agotamiento, y hemos abandonado los Cuatro Fantásticos.
Los caóticos, que no sabemos dónde publicar cada cosa y somos irregulares e inconsistentes.
Los tiquismiquis, que echamos de menos las opciones de programar tuits, los borradores y las alertas de tus cuentas favoritas.
Los que tememos que vuelva a pasar lo mismo dentro de unos años. Porque todo esto ya ha pasado y volverá a pasar, que a algunos os conozco del IRC.
Los que querríamos tener vídeos de más de un minuto, un límite que impide que lo capitalice gente como La Revuelta y hace que el contenido deportivo sufra.
Los que hacemos hilos para llamar la atención y pedimos interacción para mejorar nuestro papel en el algoritmo.
Los que tenemos más de 5.000 followers en Twitter pero no queremos dejarlo del todo porque estos números solían importar y cualquiera renuncia a la microinfluencia o a la nanoinfluencia.
Los que ponemos el candado en Twitter mientras estamos de mudanza y nos limitamos a colgar por ahí cosas promocionales.
Los que lamentamos que no haya TT pero nos alegramos de ver que la bronca de audiencias entre Motos y Broncano haya sido ampliamente redifundida en nuestra nueva casa.
Los que estaríamos dispuestos a pagar una suscripción en algún momento para obtener funciones adicionales. Pero no esenciales.
Los que entramos en Newskies para ver quiénes entran y para bloquear a los que tengan mala pinta.
Los que sólo llamamos X a Twitter en Bluesky.
Los que aprovechamos esta nueva ola para dar el paso, porque el algoritmo de Musk nos tiene colonizados y aquello puede cansar bastante, pero probablemente terminemos volviendo al rebaño si las cuentas importantes se rajan o si se reduce la polarización extrema.
Los que nos reímos y lloramos a la vez leyendo el párrafo anterior.
Los que hemos organizado la actividad de nuestra empresa en torno a X y nos negamos a considerar siquiera el cambio porque bastante nos había costado convencer al CEO de que había que estar ahí.
Las empresas e instituciones que, pese a todo, se cambian definitivamente.
Los que utilizamos el emoji de la chincheta para guardarnos hilos en un feed específico. Los que silenciamos el emoji de la chincheta para no ver el emoji de la chincheta. Los que nos liamos entre etiquetas y feeds.
Los de la crisis de la mediana edad que decimos mucho que esto es como los viejos tiempos de Twitter mientras recordamos nuestra Wii (o nuestra Atari).
Los que utilizamos la extensión Bridge en Chrome para no perdernos la gente a la que seguíamos ya y llevamos dos meses dándole al ALT+B y cogiendo kilos de gente buena caída del otro árbol.
Los que huimos de la propaganda del enemigo y de la de los afines. Obviamente, seremos alcanzados por ambas.
Los que hemos salido como locos a buscar un Tweetdeck para Bluesky, con sus columnitas, sus multicuentas y todo.
Los que decimos "pues estos días está viniendo mucha gente por aquí".
Los que hemos redescubierto el #FollowFriday y estamos ya buscando sitios mentalmente para hacer #BluesandBeers.
Los que experimentamos sinestesia y olemos a limpio en una red social y a podrido en otra…
Los que ya nos hemos puesto nuestro dominio como nombre de usuario. Como el mío: @uriondo.es. Es fácil hacerlo, pero no tan fácil. Si tienes problemas haciendo transferencias con la app de un banco, esto te costará.
Los que abrimos una cuenta b para reservarnos el dominio original bsky.social, porque si pones el oficial pierdes el otro.
Los que seguimos a Jay, la CEO del cielito. No hace falta irse a Marte para tener un liderazgo de otro mundo.
Los que estamos aquí básicamente para seguir a @andrestrasado.bsky.social y nos ha dado pena que Stephen King haya optado por Threads.
Los que sabemos que es cuestión de tiempo que King cambie de idea cuando descubra que @andrestrasado.bsky.social está por aquí. ¡Y Mark Hamill!
Los que buscamos estadísticas y las encontramos… En el momento de escribir estas líneas, íbamos por dos usuarios/segundo. También los que queremos datos sobre nosotros mismos. ¿Cuántos post virales tienes en Bluesky? En mi caso, un pobre 1%.
Los que utilizamos todo el rato la palabra "mutuals" después de años sin haberla mencionado ni una vez. Oportunidad de lema bueno que le regalo a La Mutua o a la MMT. Que me rebajen el seguro o algo…
Los que hemos tenido que destacar más el icono de Bluesky que el de X para poder cambiar ligeramente el hábito...
Los que comparamos la batalla de las RRSS con otras batallas de la vida moderna: "Twitter-X es como el hormiguero: empezó siendo algo divertido y ha acabado siendo el patio de reunión de la ultraderecha. Bluesky es como la Revuelta: algo donde pasar un buen rato y reírse un poco."
Los que preguntamos cómo se llaman las cosas. "¿Entonces al RT cómo le decimos?" "¿Publicar es #Bluesquiar?"
Los que por hacer el chiste fácil con la mariposa del logo nos hemos vuelto todos entomólogos…
Los que, a nuestra llegada, buscamos metáforas artísticas recordando a autoras de culto...
Los que damos los buenos días: "¡Buenos días!"
Los que sacamos pantallazos de distintos Blueskies citando a @screenshotthis.dev de forma cómoda y sencilla.
Los que divulgamos listas de gente que no es de izquierdas ni de derechas, que son directamente locuelos nazis, para bloquearlos en masa y que no afecten a la convivencia.
Los que nos damos cuenta de que nos han colado a periodistas conservadores de lo más normalitos en listas de nazis y nos desuscribimos de las listas de nazis.
Los que terminamos clonando listas de nazis y quitando a gente que no nos parece que debiera estar en ellas.
Los que pedimos un botón de mariposa en las noticias 🦋 y una solución para cuando tumbemos los servidores...
Los que "robamos" cuentas de los starter packs ajenos para redondear los nuestros. O consejos de Juan Ceñal.
Los que ya sólo pasamos por X para intentar pescar mutuals a los que tienes cariño, para promocionar starter packs o para recomendar que use la extensión Bridge.
Los que, como dice @dibuworld.bsky.social, publicamos por aquí pantallazos de nuestros greatest hits en #TheBadPlace.
Los que, como dice @adrivelez.bsky.social, cotilleamos los seguidos de nuestros mutuals para pescar otros mutuals que no sabíamos que ya estaban aquí…
Los que lanzamos starter packs de las cosas de nicho que nos interesan para divulgar nuestras movidas y que se conozca a nuestros colegas. Y a nosotros, que no se olviden de nosotros.
Los que nos damos cuenta de que nuestro starter pack es un campo de brassica rapa y tratamos de corregirlo a toda costa metiendo a mujeres buenísimas.
Los que creemos que el eje importante en una red social no es necesariamente izquierda-derecha, sino otros como civismo-barbarie, datos-mitología, verdad-mentira, respeto-acoso o amor-odio.
Los que nos hemos descargado el manual de instrucciones oficial… Y los que no, claro.
Los que estamos, unos por icónicos y otros por pesados, entre los primeros follows de muchos vírgenes de Bluesky.
Los que nos hemos dado cuenta de que aquí no hay huevitos. Quienes no se han puesto foto te salen con smileys, arrobas, aliens o relámpagos.
Los que decimos "si me sigues te sigo" y los que recomiendan con tono de amenaza a las cuentas de cine que se limiten al cine y no se metan en política…
Los que escribimos largos hilos de presentación con pinta de funnel de esos y los que copiamos a Proust con descaro...
Los que recuperamos las "chorraditas de Twitter", como dice @eduardobayon.es, y tenemos ya los círculos de relaciones en Skircle.