El refrito y Marca Scroll
En el que hablamos de algunas de las siete plagas del Periodismo moderno y nos preguntamos cómo hacer algo para mejorar la profesión.
Cuando todavía me dedicaba a la práctica activa del periodismo, había una expresión que utilizábamos algunos compañeros para referirnos a cuando una situación o noticia tenía mérito suficiente como para elaborar u opinar sobre ella. Utilizábamos un término cochino pero universal: “da para paja”.
Cierto es que la expresión, sin ser estrictamente machista, habla de la objetivización del ser humano con propósitos lúbricos, lo que no es especialmente correcto y hoy me suena muy cuñado. Aunque no es el propósito de este artículo, propongo cambiarla por la expresión “dar para gastar uno de los 30 accesos”, en un juego metafórico en el que nos podemos imaginar una realidad alternativa en la que las medidas antiporno del Gobierno llegasen a tener algún tipo de efectividad -spoiler: no la tendrán porque existen las VPN-.
Pues bien, leyendo JotDown, algo que hago desde hace años porque soy más viejo que la cerveza y porque allí suelen publicarme todo lo que, literalmente, no cabe aquí ni da para libro, descubrí un artículo que, efectivamente, da para gastar uno de mis treinta accesos.
Se titulaba ‘¿Es La Voz de Asturias un pseudomedio?’. Antes de entrar en materia, permítanme señalar por adelantado que no, no es un pseudomedio. Por varias razones. En primer lugar, porque pertenece a La Voz de Galicia, poco sospechosa de nada. En segundo, porque aunque no tengan una enorme redacción trabajan en ella periodistas profesionales sobre los que tengo buenísimas referencias como Luis Ordóñez (alias @lordo en Twitter). Es un medio tradicionalmente alineado con la izquierda y cuya cabecera se fundó en 1923 aunque ha ido cambiando de manos con los años. Es verdad que en el rediseño de 2023 se olvidaron un poco de la LSSI y que no veo en el lugar en el que deberían salir algunas cosas como la información empresa editora o la dirección. Tampoco tiene más contacto que un triste mailto: para propuestas comerciales. Es algo a corregir, sin duda, pero no una enmienda a la totalidad, especialmente teniendo en cuenta la fragilidad normativa que tenemos en España. En parte por estas cosas viene bien que haya cambios legislativos. Tampoco es un pseudomedio por algo que comentaré algo más adelante.
El caso es que la pieza de JotDown lamenta algo que es tremendamente frecuente entre distintos medios. El reutilizar una entrevista y refritarla, haciendo que básicamente todo el trabajo de sus autores quede replicado en otro lugar, llevándose su audiencia potencial de un lado a otro. Intuyo que las preocupaciones de JotDown no van tanto porque no les citasen como por la dimensión de la copia.
“Extrajo doce «citas» de nuestra publicación, redactadas una tras otra sin un solo comentario al respecto intercalado entre las mismas. ¡Doce! una tras otra, casi 600 palabras de un total de 800. El colaborador de La Voz no tenía muchas ganas de currar así que se marca un copypaste del 75% en su «artículo». ¡Vivan las comillas desplagiadoras!”
La llamada a la acción es clara en este párrafo: “Estos esfuerzos, que tanto nos cuesta producir, son frecuentemente menospreciados por medios más grandes que, con mayor capacidad de difusión y recursos, se apropian de nuestro trabajo sin el menor reconocimiento. Esta práctica no solo es éticamente reprobable, sino que también pone en riesgo la credibilidad y el sustento económico de los medios independientes. Esta no es la primera vez que nos pasa, ni siquiera la mas descarada, no llevamos la cuenta de las veces que los medios deportivos nos han fusilado nuestras entrevistas”.
Quede claro que creo firmemente en que La Voz de Asturias habría tenido perfecto derecho a mencionar la entrevista, e incluso algunas de sus declaraciones más interesantes. Siempre que tuviese el cuidado, y el respeto, de convertir la pieza en una puerta de entrada a la entrevista con Miguel de las Cuevas que se menciona, que además está disponible sin muros de pago. Algo que, además, que ha facilitado el ‘refritado’.
Me inquieta, además, el comentario sobre cómo “lo entrecomillado no es exactamente lo que nosotros publicamos, o sea, no son las palabras del entrevistado sino que es un remix chatgepetiano”. Lo que dice poco del medio pero mucho menos del redactor a cargo. Porque el cambio en el fraseo de las comillas a cargo (hipoteticamente) de una IA supone ventajas de SEO y una “falsa originalidad”.
A favor de La Voz de Asturias encuentro que han borrado el artículo. Habrá quien considere que es un borrado de pruebas, pero yo quiero creer que habrá sido algún mandamos (o currito) consciente de la cagada y presto a resolverla. Y sí, esto es otra de las cosas que diferencian a un medio de un pseudomedio. A un verdadero ‘pseudomedio’ estas cosas se la ‘psudan’, si me permitís el chiste barato.
Pescaíto refrito
Cuando escribí ‘Cómo evitar que tus hijos estudien periodismo’ me referí a esta cuestión, pero fue en el marco de la definición de “exclusiva”.
La RAE las define como “noticia conseguida y publicada por un solo medio informativo, que se reserva los derechos de su difusión”, pero es una descripción equivocada que ya no tiene mucho hueco en el mundo actual del periodismo digital. ¿Por qué? Porque a pesar de que sigue siendo considerado un artículo de valor y prestigio, el resto de competidores está en condiciones de copiarlo y transmitirlo casi de inmediato. A menudo, entre la publicación de una exclusiva y la republicación por parte de la competencia suele mediar muy poco tiempo. con una simple cita del medio original, que descarga de responsabilidad al resto, y un mero enlace (cosa que a menudo se esquiva, en un ejercicio considerado como de mala educación).
En mis tiempos al frente de medios o secciones siempre consideré necesario no sólo citar las informaciones del compañero, sino también introducir el link correspondiente. Me parecía lo mínimo, del mismo modo que me lo parecía que hubiese cosas en estilo indirecto y, puestos a replicar, que hubiese algo de trabajo por parte del replicante. Si se adornaba con más información que aportase al lector, mejor que si no lo hacía.
El ascenso de Marca Scroll
Supongo que muchos ya conoceréis la cuenta de Marca Scroll en Twitter. Me gusta por su surrealismo, a veces tontorrón y a veces elevado, y porque no tiene aspiración de utilidad. Si Ahorrando Clickbait surge con un cierto propósito de rebeldía útil y de devolver a los titulares la utilidad que les han robado, Marca Scroll es una suerte de condensado de El Mundo Today en pequeño formato.
Reconozco que en mi libro hablé de muchas formas de hacer clickbait, o de los módulos de Taboola -antes de la compra de Outbrain- pero nunca se me ocurrió que pudiese haber cuentas que capitalizasen ambos fenómenos de forma tan divertida y desvergonzada.
¿Y qué hacer para mejorar todo esto?
En realidad, creo que habrá cosas que caerán por su propio peso, y en parte gracias a la inteligencia artificial. En el tema del refrito, me gustaría ver a alguien tipo Fundación Maldita sacando financiación europea para un proyecto de medición de originalidad en los medios que permita analizar mediante IA cuántas de todas las piezas que publica cada diario son muy originales, bastante originales, nada originales o plagios descarados.
Del mismo modo, estoy seguro de que se podrá llegar a estimar qué porcentaje de lo que hagan los medios en el futuro está hecho por IA parcialmente en su totalidad.
Y si bien creo que prohibir será complicado, exponer sí será fácil. El ejercicio de JotDown a la hora de lamentar el uso fraudulento de su información es un ejemplo claro de infringir, para bien, la norma del ‘Perro no come perro’. Y digo para bien porque o los medios encuentran, y deprisa, algunas soluciones basadas en la autorregulación. O los perros aprenden a conviven o no pensaremos en si perro come o no come perro. Porque vendrá Perro a comer perro.
Con razón.